viernes, 28 de enero de 2011

El dictador que se creía demócrata


En el video anterior podemos comprobar como el primer ministro venezolano Hugo Chávez amenaza delante de una multitud que le vitorea y aplaude de expropiar un banco ante la negativa de éste de concederle un préstamo hipotecario a una mujer.
Podemos comprobar como en el vídeo se amenaza al director del banco, (Banco Provincial de Venezuela, filial de BBVA) Pedro Rodríguez y ante su negativa a venderlo nuestro adalid de la justicia a cuyo lado Robin Hood sería un pobre aficionado saca todo su arsenal diciendo que está dispuesto a nacionalizar el banco en ese mismo momento.
Lo realmente sorprendente de esta situación es que… no sorprende… estamos acostumbrados a las altanerías del este señor, acostumbrados a que cierre televisiones a su antojo por el hecho de que discrepan de su criterio, acostumbrados a las amenazas y a la represión de su propio pueblo que no comulga con sus ideas y acostumbrados a las salidas de tono y de pata de banco insultando a líderes internaciones.
Este señor, es un mal presidente, un represor encargado de asustar a los posibles inversores extranjeros que quieran invertir en su país debido a la pobre seguridad jurídica de que gozan las empresas y un claro ejemplo es el anterior vídeo que abre la entrada.
Atentos al momento en el que el director del banco pide a Chávez poder salir en antena para explicar porque no le concede un crédito a la mujer y de cómo Chávez le deniega este acceso y le sigue amenazando sistemáticamente para amedrentarle y que de esta manera ceda a sus exigencias. Pues eso… que como aquí mando yo, pues tú te callas… ¡Viva la democracia!
Imagino yo que en cualquier país mínimamente decente y democrático en cuanto a derecho jurídicos, existirán una serie de normas para los bancos que en caso de incumplirlas recibirán una determinada sanción y en caso de persistencia pues ya se tomarán medidas más acordes con la situación pero en Venezuela… bueno parece que en Venezuela es más fácil que el presidente coja el teléfono en directo ante una televisión y en un acto de despotismo y populismo incalificable se dedique a fanfarronear de todo el poder que tiene
Esperemos… que nuestro presidente Zapatero o nuestro embajador en Venezuela se pongan en contacto con el Gobierno Venezolano exigiendo una explicación de este trato a una filial de un banco español.
Mucho tienen que cambiar las cosas en Venezuela, pero en estos momentos Venezuela es una falsa democracia gobernada con un dictador con aires de militar.

Rubén


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