Como (no) "arreglar" las cosas

En estos tiempos de crisis no es difícil ver una manifestación para quejarse de cualquier cosa, y no es raro verlo, ya que lo raro es encontrar cosas de las que no quejarse en este país. Pero partiendo de esa realidad de desesperación de algunos sectores sociales, ¿Están bien fundamentadas? ¿Son la mejor solución?

Podría hablar de varias manifestaciones sin sentido o, mejor dicho, manifestaciones hechas sin sentido ya que poco bueno puedes esperar de los principales provocadores de estas quejas (no me voy a extender con este lastre nacional, comúnmente llamado sindicalismo), pero me gustaría centrarme en una que viví muy de cerca ya que ocurrió en mi universidad y creo que en ella se recogen todos los defectos posibles.

Ante todo nuestra universidad funciona mal, muy mal. Sobre esto podríamos escribir páginas y páginas pero no es mi intención ahora indagar sobre este desastre.

Así pues,(r) la semana pasa fue convocada una manifestación por parte de los estudiantes de periodismo y comunicación audiovisual que tuvo dos dias de duración (r). Supuestamente la queja iba contra la supresión de las optativas y un examen general de final de carrera aunque todavía no lo tengo muy claro, ya que la única información que recibí fue una hoja con 10 líneas escritas y multitud de rumores.

Al principio me pregunté cómo era posible intentar movilizar a la gente sin informarla de porqué lo deben hacer, pero cuando vi que el siguiente paso era pasar una hoja de firmas por la clase para entregarla como queja, y observe que algunos firmaban sin leer las razones y otros pensado que era una hoja de asistencia de la clase que se estaba impartiendo en ese momento, me di cuenta que da igual informar o no porque a la gente le da igual la información. Son masa que se mueve por estímulos y que no ven más allá de sus narices.

Más gracioso es todo esto si además ves a gente que va a defender su derecho a tener optativas cuando en su carrera no tiene esa posibilidad en ningún caso (esto pasa en los dobles grados) y luego no se quejan de otras cosas como que hay profesores que no van a clase, que damos clases en aulas en las que no hay asientos suficientes para todos o que trabajamos con programas y materiales totalmente obsoletos ( es frustrante tener que estar estudiando como utilizar el office 2003 cuando ya se está usando el 2010)

Y cuando llega el día de la “gloriosa huelga” vemos que las clases están vacías cuando en la manifestación no hay más de 500 personas (siendo generoso) y que de esas 500 personas la mitad son niñatos que aprovechan la ocasión para pasar un buen rato bebiendo, destrozando libros, entrando en la biblioteca para molestar a la gente que intenta hacer algo de provecho, escribiendo insultos en las paredes, tirando botellas de agua a la gente o cortando el paso a las instalaciones.

Claro está que los organizadores no dudaron en calificar la manifestación de un éxito total. Todo un sinsentido. Y este caso es aplicable a enorme mayoría de los casos.

E insisto España va muy mal, al igual que mi universidad, y sí, hay que quejarse, pero así está claro que no, que las cosas no se arreglan vagueando y delinquiendo.