domingo, 23 de enero de 2011

Mentiras universales



Vivimos en la época de la comunicación. A través de internet, televisión, radio, periódicos y demás medios somos capaces de enterarnos al instante de todas las cosas que ocurren en el mundo. Al ser innumerables las fuentes, también lo son los puntos de vista con los que se exponen o se critican estas noticias. Todo esto nos da a entender que la manera de pensar de la gente de hoy en día, sea cual sea, se fragua desde el conocimiento de los datos que los medios nos ofrecen. Pero parece ser que para algunas cosas no es así.
Y es que existen algunas afirmaciones que parecen universales, como que el fascismo es algo negativo. Sin embargo, el carácter claramente negativo que debería tener el comunismo no está enraizado en nuestra sociedad. Según un artículo de La Gaceta 100 millones de personas han muerto a manos de dictadores comunistas. Pienso que este dato es suficiente como para que en nuestra cultura, el rechazo al comunismo o cualquier tipo de dictadura que siga sus principales ideas sea total.
Y mientras la mentira de que los dictadores socialistas miran por su pueblo, y los fascistas por sus intereses siga en pie, tendremos que seguir aguantando alabanzas izquierdistas hacia Cuba, China o la antigua URSS.

Otro sentimiento que campa a sus anchas entre nosotros es el anticlericalismo irracional. Hoy en día si te las quieres dar de moderno y “progre” (que es lo que ahora se lleva y que es lo que debes intentar ser si no quieres pasar a ser denominado como “facha”) tienes que odiar a la iglesia y todo lo que la rodea. Si los musulmanes se ponen bombas es culpa de los Estados occidentales que oprimen al pueblo árabe, en cambio, si pasan el cepillo en la iglesia para poder mantener edificios con siglos de historia y a religiosos que estén ahí siempre que los necesites, es que son unos peseteros. La idea de que la iglesia se dedica a robar la defiende tanta gente como si fuera una verdad universal que hay veces que pienso que todos seguimos estando obligados a pagar el diezmo.
Es una verdad universal que puedes insultar a la iglesia sin problemas que la gente te aplaudirá. Si un extranjero mata a alguien y te quejas, es que eres un racista, en cambio si un cura viola a un niño puedes decir sin ningún tipo de problema moral que todos y cada unos de los clérigos que hay en el mundo son unos violadores.
No se te ocurra decir que lo que  la gran mayoría de los funcionarios llaman trabajar, para ti es como tener tiempo libre. En cambio, no tengas ningún reparo en decir que  un cura vive del cuento.

También es verdad universal que todos los jefes y empresarios son seres despiadados y crueles que se dedican a atormentar a sus empleados, mientras que los trabajadores son pobres hombres que trabajan de sol a sombra y todo son infortunios para ellos. Para las personas que piensan esto que montar una empresa tenga un gran riesgo no es de su incumbencia, que haya empresarios que prefieran pagar antes a sus empleados que tener ellos su sueldo no les importa y que haya “crueles jefes” que sean los primeros en llegar a trabajar y los últimos en llegar a sus casas es algo que es de otro mundo, no del nuestro.

Hay infinidad de mentiras arraigadas en nuestra sociedad, y lo fácil es tomarlas como verdades  y unirte al rebaño y que este te diga lo que debes pensar o no pero, como en casi todo en esta vida, tomar el camino fácil no es tomar el camino correcto.

4 comentarios:

  1. Ni todo es blanco, ni todo es negro, existe una amplia gama de grises. Ni todo lo blanco es bueno, ni todo lo negro es malo, y sin embargo un amplio espectro de ciudadanos viven sus días grises. Se puede estar a la izquierda de la derecha, o a la derecha de la izquierda, o simplemente estar, sin ser o pertenecer a siglas ni a siglos de mentalidad decadente y maniquea. Abrir la mentalidad, saber ver el punto medio de cada extremo es una virtud, y aunque la crítica es un ejercicio de libertad, lo cual es un derecho, no es tal derecho plenamente ejercido, cuando la crítica es únicamente anuladora de una idea contraria a la expuesta o vertida por el adversario político; el auténtico derecho nos permite la réplica, únicamente completa, si tras la crítica se ofrece la alternativa, la solución al conflicto. La lógica no es sólo matemática, la lógica es además de exactitud, es razón, templanza, ecuanimidad, en definitiva, es virtud, que la pretensión del crítico ha de evaluar en la construcción de la crítica. Hoy ya no es tiempo de azul ni rojo; es tiempo de una amplia gama de colores que devuelvan al pensamiento gris, un nuevo arco iris del pensamiento.
    Francisco J. López – Madrid.

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  2. Antes de nada gracias por el comentario. Estoy de acuerdo con lo que dices, y en parte algo así he querido expresar escribiendo esto, aunque quizás el planteamiento del escrito no lo da a entender así.

    Mi crítica en realidad está dirigida a la gente que habla sin saber, o sin pensar y que adopta las doctrinas que su idea política establece. Gente a la que le dan las “ideas pensadas” y las toman como realidades indiscutibles sin ni siquiera plantearse que esa idea pueda estar equivocada. Si es cierto que esta costumbre está muy generalizada y yo solo me centro en un color, cuando el otro también peca de generalismos y se deja llevar por un patrón ideológico establecido, cosa negativa ya que normalmente te impide pensar con absoluta libertad y te lleva a condicionar tus reflexiones.
    La razón por la cual me centro en los ejemplos que he expuesto es porque pienso que están más arraigados en la sociedad actual a la cual, pienso yo y por desgracia, le encanta que las cosas sean blancas o negras para poder posicionarse en uno de los dos lados y no tener que pensar en lo que está bien o lo que está mal. Y los casos planteados creo que son cosas que la gente no piensa si son así o no, si no que las toman como verdades y las defienden a ultranza sin ni siquiera reflexionar sobre ellas.

    DR

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